30.8.18

¿Es posible operar la Epilepsia? 

¿Cuando se opera la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad que tiene un tratamiento fundamentalmente médico, es decir con fármacos o pastillas. Con los tratamientos actuales la mayoría de los pacientes con epilepsia están adecuadamente controlados.

Sin embargo, cuando esta se hace "refractaria", es decir cuando con más de dos fármacos adecuados al tipo de crisis adecuadamente combinados no se controla en un tiempo razonable, tiene sentido valorar si existe un posible tratamiento quirúrgico.

¿Que tratamientos quirúrgicos hay para la epilepsia?

Los hay de varios tipos:

Resectivos: Se puede identificar una lesión que causa las crisis y se puede extirpar.

Neuromoduladores: Se estimula el cerebro o los nervios que salen de el mediante electrodos, para reducir la actividad eléctrica "mala" y así el número de crisis.

Desconexiones: Cuando no se pueden identificar lesiones, o cuando son complejas o están en sitios muy delicados, estas no se pueden quitar. Pero aun se pueden desconectar el tejido enfermo del sano.

¿Que estudios son necesarios para decidir si un niño puede intervenirse?

Al menos deben tener estudios de imagen, anatómica como la resonancia nuclear magnética, o funcional como el PET o el SPECT y electroencefalogramas más o menos complejos.

En casos especiales a veces es necesario hacer estudios "invasivos", (mantas, electrodos ovales, subdurales o esteroencefalografía), es decir con electrodos o sensores que entran en el cráneo y que permiten definir las áreas en las que se forman las crisis.

¿Que resultados tiene?

Si es posible encontrar el foco epiléptico y definirlo bien y se está seguro de que no hay otros, el éxito de la cirugía está por encima del 80%.

Si no es posible, tantos las desconexiones como la neuromodulación ayudan a mas del 50% de los pacientes, algunos de ellos quedan completamente libres de crisis. A veces se pueden combinar ambos.

¿Tiene riesgos?

La neuromodulación, la mas habitual la estimulación del nervio vago, tiene muy pocos riesgos, menos del 3% y habitualmente leves.

Las técnicas de resección y desconexión requieren abrir el cráneo y las meninges, retirar el tejido enfermos o seccionar las conexiones, por lo que los riesgos son mayores, a veces graves. Por ello se reservan a pacientes con epilepsia refractaria en los que hay que balancear riesgo y beneficio.

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